nformática Aplicada

Actualmente, las empresas industriales y de servicios operan en un contexto globalizado, de creciente competitividad y signado por la presencia de continuos cambios. Entre otros, los desafíos que cotidianamente enfrentan estas organizaciones, son:

  1. la reducción del ciclo de vida de sus productos (sean éstos bienes y/o servicios),
  2. la existencia de productos personalizados,
  3. requerimientos de mayor calidad para dichos productos,
  4. niveles de servicio al cliente cada vez más elevados,
  5. la necesidad de administrar procesos que se distribuyen entre distintas organizaciones (las cuales suelen estar localizadas en diferentes puntos geográficos) o entre diferentes estructuras organizacionales de una misma empresa.

Un análisis de la problemática antes expuesta sugiere que las Tecnologías de la Información (TI) son una herramienta imprescindible para enfrentar los desafíos planteados. Sin embargo no es trivial la incorporación de la misma, en forma productiva, en los complejos procesos de producción y de negocios que actualmente se desarrollan en las organizaciones.

En este contexto, en el área de Informática Aplicada de INGAR, se desarrollan las diversas disciplinas que se requieren para el trabajo en esta problemática compleja y en muchos aspectos multidisciplinaria. Las principales temáticas desarrolladas, tanto a nivel académico como tecnológico, son: modelado conceptual y diseño de sistemas de información para organizaciones complejas, arquitecturas de software, administración de operaciones logísticas, “scheduling”, etc.

En el área de Informática Aplicada de INGAR se llevan adelante proyectos de investigación y transferencia tecnológica en las temáticas antes mencionadas, mediante el trabajo de siete investigadores y dos profesionales de CONICET. En este grupo se debe considerar la importantísima labor desarrollada por los diez becarios de posgrado de tiempo completo financiados por: CONICET, ANPCyT, UTN, UNL y UNNE, y que desarrollan sus trabajos de tesis en INGAR.

LA INFORMATICA Y SU INFLUENCIA EN LOS PROCESOS DE PRODUCCION

Actualmente, las empresas industriales y de servicios operan en un contexto globalizado, de creciente competitividad y signado por la presencia de continuos cambios. Entre otros, los desafíos que cotidianamente enfrentan estas organizaciones, son:

  1. la reducción del ciclo de vida de sus productos (sean éstos bienes y/o servicios),

  2. la existencia de productos personalizados,

  3. requerimientos de mayor calidad para dichos productos,

  4. niveles de servicio al cliente cada vez más elevados,

  5. la necesidad de administrar procesos que se distribuyen entre distintas organizaciones (las cuales suelen estar localizadas en diferentes puntos geográficos) o entre diferentes estructuras organizacionales de una misma empresa.

Un análisis de la problemática antes expuesta sugiere que las Tecnologías de la Información (TI) son una herramienta imprescindible para enfrentar los desafíos planteados. Sin embargo no es trivial la incorporación de la misma, en forma productiva, en los complejos procesos de producción y de negocios que actualmente se desarrollan en las organizaciones.

El uso de ordenadores revolucionó completamente el campo de la gestión empresarial en general, y de la gestión de la producción en particular, pues una de las principales dificultades que enfrentaban las empresas era el procesamiento manual de elevados volúmenes de información con vista a la toma de decisiones en los diferentes niveles, lo que se reflejaba en el cumplimiento de los plazos de entrega, costo y calidad de la producción; precisamente esta innovación permitió el desarrollo de la gestión de la producción.

Se hace evidente que las características de la producción modernas requiere de una gestión mucho mas confiable, oportuna y económica del sistema físico, atributos estos muy difíciles de alcanzar con las técnicas y filosofías utilizadas por la gestión clásica de la producción, formada según Laburu (1993) por las seis primeras escuelas. El desarrollo de la informática ha permitido el desarrollo de nuevas tecnologías y filosofías de gestión, que han permitido a muchas empresas convertir sus sistemas productivos en ventajas competitivas y, por tanto, mejorar su posición respecto a sus competidores.

 

Toda revolución tecnológica ha provocado, en el pasado, una profunda reorganización de la economía y de la sociedad.
En el siglo XVIII comenzó una gran revolución industrial, cuyo objetivo general era la transformación y control de la energía para aplicarla adecuadamente a la fabricación.

Hoy puede decirse que está en marcha una nueva revolución, la Revolución de la
Información. La materia de objeto de esta nueva revolución es la información, o sea,
datos, conocimientos y programas.

La Revolución de la Información tendrá consecuencias más amplias. No es la única
innovación de los últimos años, pero constituye el factor común que permite y
acelera todas las demás. Sobre todo en la medida que la informática transforma el
tratamiento, el almacenamiento y la transmisión de la información, va a modificar el
sistema de las organizaciones y de la sociedad en su conjunto.

En definitiva, asistimos al nacimiento de una nueva sociedad de la información
donde la gestión, la calidad y la velocidad de información se convierten en factor
clave de la competitividad: como insumo para el conjunto de la industria y como
servicio prestado a los consumidores finales, las tecnologías de la información y la
comunicación condicionan la economía en todas sus etapas.